Sunday, October 28, 2007

Atrapado en el baño

No, no es una metáfora o un titulo que tenga un significado que los haga reflexionar sobre su vida; no. Literalmente me he quedado atrapado en el baño.
Sé que querrán saber los detalles de cómo demonios pasó, pero preferiría omitir ese punto; una, porque podría culpar a los tacos de perro (podría jurar que eran de perro) que me comí horas antes y que intuía provocarían un caos en mi estomago, y otra porque no creerían cómo pasó. Bueno, la cuestión es, y adonde quiero llegar, qué pasó durante esas doce horas en las que me quede sólo con mis pensamientos y mis recuerdos, anhelos y muchas cosas que fui descubriendo durante esas doce horas.

Eran las 9 de la mañana cuando desperté, tenía mucha hambre pero quería seguir durmiendo. No cené nada la noche anterior, bueno, unas palomitas viendo una película que trata sobre el amor y el destino, firmas en libros y billetes y cosas por el estilo. Pero bueno, como les decía; son de esas veces que aunque te estés orinando no te levantas porque tu cama está más rica que de costumbre y sólo quieres seguir durmiendo y soñando ese sueño que viene acosándote durante ya varias noches y que por suerte o desdicha tiene nombre y apellido. Sólo daba vueltas en la cama y ya no pude dormir, miré el despertador y marcaba las 10:10 pedí un deseo y me levante.
Fui directo al baño en mi primera visita ese día, no imaginaba lo que ocurriría un par de horas después. Pensé en bañarme, pero tenía mucha hambre así que mejor lo dejé para más tarde, al cabo iba a tener doce horas para hacerlo así que no habría problema -ironía aparte-.

Mi familia había salido temprano y llegarían hasta muy tarde; no recuerdo haberlos extrañado tanto como ese día, bueno, sólo una vez y eso cuando estaba pequeño. Ese día estaba enfermo y no había ido a la escuela, recuerdo que cuando desperté mire hacia la cama de mi hermano y obvio no estaba ahí porque se había ido a la escuela, después le grite a mi mamá y no me contesto y seguí gritando y gritando cada vez más fuerte y tanto como me lo permitía mi garganta. Y de pronto me invadió un frió y un temor que nunca había experimentado hasta ese entonces. No era tanto echarlos de menos, era más bien la necesidad de saber que tenía a alguien; por vez primera experimente la soledad, la soledad más terrible que puedes sentir.
Pero, como decía, mi familia se había ido desde temprano y estaba solo y con una hambre espantosa, no tenía ganas de cereal, me gusta, pero no se me antojaba ese día así que decidí ir a comer fuera, algo cerca de mi casa. Recordé que había unos tacos que siempre me ponen fatal pero que me encantan y pensé que a lo mejor eran acusaciones infundadas y figuraciones mías así que les dí otra oportunidad, después me arrepentiría.

Ya eran las 10:40. Compré el periódico y leí lo más interesante antes de pedir lo que fuera mi domingo perdido.
-Pásele joven, cuántos le servimos? -dijo un señor que en su figura los años ya le pesaban, y lo dijo con un tono sabedor de lo que me ocurriría después.
-deme cuatro de perro- dije con total sarcasmo. En seguida de una risita irónica pregunto que si iban con todo, pasaba un perro olfateando en ese momento y bromeo sobre que era el que seguía.
Comí como si no hubiese escuchado nada. Acabé y tan pronto lo hice me dirigí a mi casa, en el camino me encontré a un amigo que tenía mucho de no ver. Platicamos de mujeres y de sexo, de fútbol y otra vez de mujeres y de sexo, nos pusimos al corriente de otros amigos y entre eso nos fumamos dos cigarros de esos largos que nunca se acaban y si no le fumas se apagan. Luego de acabar el segundo cigarro empecé a sentir retortijones y empecé a liberar la sobrecarga de gases cosa que mereció un sape de mi amigo. Le dije que me iba por obvias razones y ya yendo en camino llego, llego súbitamente, sin avisar; empecé a caminar más de prisa, comencé a sudar ese frió que sólo se suda en esas circunstancias. Nunca me habían parecido tan kilométricas las cuadras y yo queriendo correr y no poder. Como sea llegue a mi casa, subí tan rápido como pude y entre al baño para ya no volver a salir sino hasta otro día.

Ahí comenzó otra historia, tan fascinante que no la creería sino la hubiese vivido en carne propia.

Continuará...

Wednesday, November 15, 2006

Francia Elena

No pude elegir mejor titulo que el de "Francia Elena", porque tan solo ese simple nombre, y no tan simple para mí, describe tanto un sin fin de cosas y de momentos... Me entenderían si supieran una pequeña parte de la historia, y precisamente estoy aquí nuevamente para que sepan esa pequeña parte, y por qué no, (si mi pobre vocabulario me alcanza) saberlo todo.

Esto no es más que la continuación de mi primer blog, en el cual les narré lo que me había ocurrido con mi mejor amigo, hoy solo conocido. Y conocido por muchas circunstancias que pasaron desde lo último que les conté.

La verdad que no entiendo por qué las habladurías pueden más que años de amistad y no entiendo por qué una sola persona puede terminar con eso, y aún más no entiendo por qué se le da tanta importancia; hay cosas que nunca entenderé.

Después de una semana las cosas se arreglaron, no por mucho tiempo pero se pudieron aclarar ciertas cosas que no debían quedar así. Imagino que al final de todo Omar se dio cuenta que nada de lo que pensaba podía ser cierto y tan lo pensó que volvimos a ser "amigos", ya no los mejores pero al fin "amigos". Claro que después de lo que pasó nada podría ser igual. El ambiente entre nosotros era pesado y por momentos parecía que no nos conociéramos; era lógico que aún existía esa sombra de la duda. Por mí parte no iba a dejar que las cosas fueran así todo el tiempo y decidí hablar de ese tema que nos había distanciado y que no dejaban que las cosas fueran más llevaderas. Cada uno sacó todo ese gramo de resentimiento que estaba ahí sin darnos cuenta. Y siento decir que ese fue el último día de verdaderos amigos...

Lenis y Omar en ese momento no estaban del todo bien; habían decidido estar juntos sin tener ninguna relación que los comprometiera, ya saben, esos famosos free's (no estoy seguro que se escriba así) y era más que seguro que, ya habiendo tenido una relación de novios, se iban a lastimar y de hecho lo hicieron pero sin muchas consecuencias. De mi parte lo único que podía hacer era decirles a cada uno que no era lo mejor, y trataba de animarlos a que regresaran bien como novios. Para hacer eso la volví a ver un par de últimas veces, no sabía que estaba cavando mi propia tumba al hacer eso; y les cuento por qué? Lo que pasó fue que en esas dos ocasiones en que la vi Omar no lo sabía, y por razones del universo nos vio juntos esas últimas ocasiones y todo volvió a derrumbarse. Bien dice mi abuela; "NO HAGAS COSAS BUENAS QUE PAREZCAN MALAS" Por qué esos malditos dichos son ciertos?!! Aunque nunca pasó nada malo entre Lenis y yo, esas últimas veces tenía la sensación de que al verla estaba haciendo algo malo y precisamente eso me hizo hacer algo que en otras circunstancias nunca hubiera hecho. Le dije a Omar algo que ella me había confiado y lo hice por razones que en ese momento pensaba correctas, y al hacer eso nunca pensé en las tremendas consecuencias que podían llegar a pasar.
Como sea que haya pasado Omar le dijo a Lenis lo que yo le había dicho y en ese momento la tormenta tropical número 15 se convirtió en el huracán "Lenis" en categoría 5 (que es la máxima rabia que puede tener un huracán), tan fue así que me hizo sentir la persona más miserable en este mundo, claro, no era para menos.

Al principio, cuando me reclamaba el por qué había hecho eso, no creí que fuera tan grave ni tuviera la tanta importancia que ella le daba a esas palabras que dije. Estando solo y pudiendo pensar detenidamente lo que había hecho y en toda la confianza que ella me llego a tener, y pensar hasta entonces todo lo que ella significaba para mí; al final pensé que ser un patán se quedaba corto...
Claro que estoy arrepentido y lo estaré el resto de mi vida porque son ese tipo de cosas que se quedan ahí para nunca irse.
No seré el mejor amigo pero quede claro que tampoco soy el peor.

La extraño mucho...

Saturday, October 28, 2006

ya no tengo amigo...

Voy a contarles lo que me pasó hace 60 días, tiempo en que perdí a mi mejor amigo. Espero hacerlo bien y hacerlo de una manera que, al final, saquen sus propias conclusiones y me señalen hacia dónde hay que ir.

Irremediablemente todo esto tiene que ver con una chica. Sí, ya sé, supongo que es tonto, claro, desde el punto de vista que se quiera ver.
Ha pasado una semana desde entonces y creo que aún las cosas pueden cambiar.

Empezaré con el día en que él (Omar) y ella (Lenis [Francia Elena]) se conocieron. Imagino que más de uno de ustedes o si no la mayoría, han escuchado o peor aún han vivido algo parecido y por supuesto es terrible por dondequiera que se le mire. Pero como les iba diciendo, ellos se conocieron un día lunes en un mes "x" de un año "x"; cuando tuvo la oportunidad de contarme (un par de horas después) cada detalle de ese encuentro, lo hizo de una manera que parecía haber encontrado a la mujer de su vida. "Me preguntó mi nombre e intercambiamos números, ella sonreía y yo estaba muy nervioso". Fueron algunas de las palabras que dijo y lo dijo de tal manera que no lo creería si no lo estuviese viendo. Suele ser muy apasionado -encalzonado diría su mamá- con las chicas pero sabía que está vez era algo diferente.
Pronto llegaron los primeros SMS's, que decían "Hola, cómo estás?" y cosas por el estilo y así se pasaban horas con ese tipo de mensajes que sólo hacían que el uno supiera que el otro estaba ahí exclusivamente para si.

Una semana después llego la primera cita y con ello llego también el principio del final.
Omar la invito al cine como toda una primer cita donde sólo quieren verse y no hablar demasiado (lo digo como hombre). Pero nadie contaría con que también invitaría a su mejor amigo y es donde entro yo y es donde ya no salgo hasta que el vaso se derramo.
Ella acepto, por qué no hacerlo, apenas se conocían y no creo haya sido tan terrible. Tengo que mencionar que él insistió mucho para que yo fuera porque quería que la conociera y le dijera lo qué opinaba de ella porque hasta entonces sólo la conocía por las muchas veces que me la describió y quiero imaginar que pensó que esa era una buena oportunidad para conocerla en persona.
No es muy alta pero es muy simpática, las facciones de su rostro son estilizadas tal como su figura, su mirada es penetrante y su sonrisa, su sonrisa es tierna. Habla mucho pero sin llegar a desagradar, siempre tiene algo que platicar. A perdido a alguien que era muy importante en su vida y eso la ha hecho ser, tal vez, injusta con sus sentimientos; ah, y suele morderse las uñas... En fin, es una mujer autentica y llena de anhelos. Sólo halagos, sí, ya sé, deben pensar que me he interesado por esa chica pero no, en lo absoluto aunque eso sólo lo pensemos ella y yo.

Al día siguiente nos volvimos a ver pero esta vez en su casa. Estaba Elia con ella. Elia es su amiga y la conocí después de haber salido del cine en los mini conciertos que se hacen cada fin de mes en la Av. Chapultepec. Le gusté y creo que ella a mí también y creo que fue el pretexto para volver a ver a mi ex mejor amigo. Todo hasta entonces marchaba bien y se podía ver en sus caras entusiasmo y felicidad.
Un par de días después vino la siguiente cita, ahora irían unos primos y la hermana de Lenis y Omar llevaba a su achichincle (yo) como dijo Lenis, y eso era algo más lógico y aceptable que esa primera vez cita. Ese día pude conocerla y platicar más pero siempre guardando mi distancia porque no era yo el interesado. Al siguiente fin de semana llego la tercera cita y con ella una invitación de Lenis para mí, era un partido de fútbol; mucha gente, mucho ruido... Salimos, llegamos a su casa y esa misma noche, ese miércoles, Omar al fin le declaro su amor y ella acepto, y aún más tenían razones para ser muy felices. Yo estaba ahí como había estado en otros tantos momentos importantes para mi amigo.
Empecé a verla más seguido y después empecé a verla casi diario y para entonces ya nos reíamos de cualquier tontería, para entonces ya nos llevábamos muy bien. Fue cuando empecé a ver que a Omar ya no le agradaba eso pero aún así la seguía viendo porque ya era tal nuestra amistad que no podíamos dejarnos de hablar. Omar nunca me reclamo nada, nunca dijo que la dejara de ver, nunca dijo que dejara de hablarle; era obvio que poco a poco me fuera perdiendo la confianza pero haciendo él un esfuerzo por no dejar nuestra amistad termino con ella "antes de que pasara algo", recuerdo esas palabras. A los pocos días volvieron después de que le dije que por ella no sentía absolutamente nada y era totalmente la verdad.
-Todos aquellos que han llegado hasta aquí ya se habrán hecho una idea que no creo esté ni un poco cercano a lo que verdaderamente es sobre todo esto. Yo no siento nada por Lenis más que cariño como simplemente amiga; no saben lo tierna que es y lo madura, y lo muchas cosas. Además yo no sería capaz de traicionar al mejor de mis amigos de toda la vida. Y si la conocieran sabrían que ella tampoco lo haría.

Lenis y yo salimos un par de veces cuando estaban enojados, y lo supo él y él lo consintió. Les aseguro que en esas dos ocasiones en las que estuvimos "solos" no pasó nada, ni se insinúo ni yo lo hice, siempre nos respetamos y respetamos a Omar sobre todo. Simplemente nos llevamos muy bien, creo que ese ha sido nuestro único error.
Dice que cuando ella está conmigo él se siente menos y que no le da su lugar pero se equivoca porque nunca ella ha hecho algo, ni yo, para que él piense eso. Decirles que la única vez que la he abrazado ha sido cuando llego de viaje, ha sido la única vez.

Antes de ir siete días atrás, antes de ir a ese sábado que marco el final de años de amistad quiero que sepan que Lenis es una persona maravillosa y que ni ella ni yo traicionamos a nadie.

Llego el sábado como la lluvia cuando las nubes no pueden ser más negras y con él trajo sólo desdicha. Ella saldría con sus amigas a festejar el cumpleaños, o algo así, de un gay a un antro y después de dejarlas nosotros irnos a otro lado mientras ellas salían para después irnos todos juntos a no sé donde, al menos esos eran los planes. Al llegar a donde el gay resulta que se cambian los planes y deciden ya no ir con los gay y prefieren irse con nosotros desde esa hora (buen rollo de las chavas) y así paso. Después de un buen rato de pensar adonde ir terminamos en el depa de la prima de Lenis. Compramos una botella de tequila y nos divertimos como locos y yo más porque me puse tan pedo que no recordaba muchas cosas. Al otro día dejo de ser mi amigo porque él cree que quise aprovecharme de su novia, pero nada que ver, ni al caso... Todo es mentira. Todo es un mal entendido.